El modelo educativo del Centro contempla unos sistemas de evaluación que se incorporan a cada una de las materias de los estudios en función de las actividades formativas que desarrollan.

a) Evaluación de Contenidos Teóricos

El sistema de evaluación de contenidos teóricos consiste en una valoración objetiva, a través de una prueba, del nivel de adquisición de los contenidos teóricos de cada materia, y se diseña para acreditar la efectiva adquisición de aquellos resultados de aprendizaje definidos como “Conocimiento de”, “Definición de”, “Descripción de” o “Identificación de”. La prueba de este sistema de evaluación consiste en un examen test con un mínimo de 40 preguntas con 4 opciones de respuesta, siendo válida sólo una de ellas; cada una de las preguntas se vincula con una de las unidades temáticas y a uno de los resultados de aprendizaje de los previstos para la materia. Para la superación del examen test de una materia se requiere normativamente que el alumnado responda correctamente a un mínimo de 30 preguntas (o idéntica proporción si el test supera el mínimo de 40). En todo caso, la realización de esta prueba teórica es obligatoria para la calificación final de la materia, y para realizarla se requiere la presencia y acreditación de la personalidad del alumnado. La calificación de la evaluación de los contenidos teóricos de cada materia tiene una ponderación del 30 % de la evaluación final de la materia, de acuerdo con los márgenes de ponderación establecidos en el plan de estudios correspondiente.

b) Evaluación de Contenidos Prácticos

El sistema de evaluación de contenidos prácticos consiste en una valoración objetiva, a través de una prueba, del nivel de adquisición de los contenidos prácticos de cada materia, y se diseña para acreditar la efectiva adquisición de aquellos resultados de aprendizaje definidos como “Comprensión de”, “Dominio de”, “Análisis de” o “Interpretación de”. La prueba de este sistema de evaluación consiste en un mínimo de 2 casos prácticos, a desarrollar a través de 3 cuestiones preestablecidas en cada uno; ambos casos y sus respectivas cuestiones forman parte del conjunto de ejercicios de la materia que se facilita al alumnado para su autoevaluación, que abordan conjuntamente la totalidad de los contenidos teórico-prácticos y los resultados de aprendizaje práctico previstos para la materia. La superación de la prueba práctica de una materia requiere que el alumnado responda correcta y completamente (de acuerdo con su solucionario) a de 2 de las preguntas de los casos a desarrollar. La calificación de la prueba se ordena de acuerdo con los elementos de valoración establecidos en el modelo normalizado de informe evaluativo. En todo caso, la realización de esta prueba práctica es obligatoria para la calificación final de la materia, y para realizarla se requiere la acreditación de la personalidad del alumnado. La calificación de la evaluación de los contenidos prácticos de cada materia tiene una ponderación del 30 % de la evaluación final de la materia, de acuerdo con los márgenes de ponderación establecidos en el plan de estudios correspondiente.

c) Evaluación de Actividades Participativas

El sistema de evaluación de actividades participativas consiste en una valoración objetiva del nivel de participación en las actividades de los contenidos teóricos y prácticos de cada materia (frecuencia y calidad de las aportaciones en la actividad formativa), y se diseña para acreditar la efectiva adquisición de aquellos resultados de aprendizaje vinculados a las competencias básicas, generales y transversales del estudio. La realización de la actividad colaborativa de cada materia es obligatoria para la calificación final de la materia, y su evaluación se realiza a partir de indicadores normalizados, adaptados a la especificidad de cada materia y estudio, que el alumnado conoce y que objetivizan los parámetros de valoración. La calificación final de las actividades evaluativas de cada materia tiene una ponderación del 10 % de la evaluación de la materia, de acuerdo con los márgenes de ponderación establecidos en el plan de estudios correspondiente.

d) Evaluación de Actividades Colaborativas

El sistema de evaluación de actividades colaborativas consiste en una valoración objetiva del nivel de colaboración del alumnado en la realización de trabajos académicos colectivos o simulaciones virtuales en grupo a partir de diez indicadores: aportaciones en el planteamiento metodológico, en el enfoque teórico, en la planificación de tareas, en la búsqueda de la documentación y las fuentes, en la redacción del trabajo o memoria, en el análisis de los resultados, en la redacción de las conclusiones, en la propuesta de soluciones o escenarios, en los aspectos formales (gráficos o audiovisuales) del trabajo y, finalmente, en la exposición ante terceros de dicho trabajo. La realización de la actividad colaborativa de una materia es obligatoria para su calificación final, y su evaluación se realiza a partir de los indicadores establecidos, que pueden adaptarse o concretarse a la especificidad de cada materia y estudio, y que en todo caso son públicos y conocidos por el alumnado. La calificación final de las actividades evaluativas de cada materia tiene una ponderación máxima del 30 % de la evaluación de la materia, de acuerdo con los márgenes de ponderación establecidos en el plan de estudios correspondiente.

e) Evaluación de Actividades Individuales

El sistema de evaluación de actividades individuales consiste en una valoración objetiva de los trabajos académicos o simulaciones virtuales realizados individualmente por el alumnado. De acuerdo con las Normas de evaluación del Centro, el profesorado debe valorar preceptivamente si la actividad individual atiende al tema o hipótesis requerida de forma insuficiente, suficiente, notable o excelente; así mismo debe valorar, aplicando esos mismos niveles, la metodología aplicada, el enfoque teórico, el desarrollo de los contenidos, la presentación o formato del trabajo, el lenguaje académico, el uso de las fuentes y la bibliografía, si corresponde, las conclusiones y propuestas aportadas, las aportaciones de especial mérito o interés para desarrollos ulteriores y, finalmente, la acreditación del resultado previsto de aprendizaje. La realización de la actividad individual de una materia es obligatoria para su calificación final, y su evaluación se realiza a partir de los indicadores establecidos, que pueden adaptarse o concretarse a la especificidad de cada materia y estudio, y que en todo caso son públicos y conocidos por el alumnado. La calificación final de las actividades evaluativas de cada materia tiene una ponderación máxima del 30 % de la evaluación de la materia, de acuerdo con los márgenes de ponderación establecidos en el plan de estudios correspondiente.

f) Evaluación de Prácticas Externas

El sistema de evaluación de las prácticas externas académicas consiste en una valoración objetiva, a través de informes normalizados, de la realización de esta actividad formativa, que sirven para acreditar la efectiva adquisición de aquellos resultados de aprendizaje definidos como “Comprensión de” o “Dominio de”. El alumnado realiza al finalizar sus prácticas un memoria descriptiva del proceso realizado y un informe de valoración de la calidad y satisfacción de la actividad realizada, ambos en formato normalizado. Dicha memoria es evaluada por el profesorado responsable de la materia de Prácticas Externas, que debe valorar la efectiva acreditación de la adquisición de los resultados de aprendizaje previstos a partir de diez elementos de valoración agregados que son públicos y conocidos por el alumnado. Por otra parte, el tutor externo de las prácticas debe aportar el informe normalizado de valoración del seguimiento y eficacia del alumnado en prácticas, que se conforma así mismo con la agregación de diez elementos de valoración públicos y conocidos por el alumnado. La calificación final de las Prácticas Externas es la media ponderada de las calificaciones otorgadas por el Informe de la Tutoría externa y por el Informe del Profesorado de la materia.

g) Evaluación de Trabajos Fin de Estudios

El sistema de evaluación de los preceptivos Trabajos de Fin de Estudios (TFE) se desarrolla de acuerdo con la normativa específica que regula su elaboración, y en todo caso su defensa deberá ser pública. Para poder solicitar la defensa pública de un TFE se requiere que la Dirección académica correspondiente emita un Informe Final Agregado positivo, en el que se valoren, de forma normalizada, los elementos de evaluación establecidos y se declare el carácter Apto del TFE para su defensa pública. Tras la emisión del Informe Final Agregado positivo, el profesorado titular del TFE de los estudios resuelve la autorización de defensa del TFE, una vez comprobado que el alumno ha superado todas las materias de los estudios.

Una vez realizada la defensa pública del TFE por parte del alumnado, el Tribunal, compuesto por tres profesores de los estudios, deberá proporcionar una calificación global del TFE, asignando una puntuación de 0 a 10 a cada uno de los diez elementos de valoración normalizados. La calificación final del TFE es el resultado de aplicar la media aritmética de las puntuaciones de cada miembro del Tribunal y se expresa numéricamente de 0 a 10, con expresión de un decimal, a la que se añade su correspondiente calificación cualitativa.